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ECOLOGÍA 22 de diciembre, 2020 – 11h53

Eliecer Cruz, vocero del colectivo Más Galápagos, y el científico Alex Hearn expusieron la propuesta, con base técnica y científica, para la protección adicional de las aguas abiertas fuera de la Reserva Marina de Galápagos (RMG) con el fin de conservar las especies marinas pelágicas amenazadas y comerciales así como garantizar la seguridad alimentaria y beneficios para futuras generaciones.

La argumentación se la realizó el pasado 18 de diciembre con la presencia de las autoridades del Consejo de Gobierno de Régimen Especial de Galápagos.

La propuesta integral planteada es crear una nueva área protegida alrededor del mar de Galápagos de 445.951 kilómetros cuadrados y varias zonas de ordenamiento pesquero:

El estudio fue liderado por la Universidad San Francisco de Quito y varios investigadores nacionales e internacionales, así como varias instituciones que luego de casi 11 meses de trabajo concluyeron en sus análisis sobre la importancia de ampliar las zonas de protección al mar que rodea Galápagos para asegurar la protección de ecosistemas marinos importantes, zonas claves de productividad marina y especies migratorias de valor comercial y de conservación.

La investigación analizó las amenazas de más de 20 especies marinas de aguas abiertas y datos de variables como la productividad primaria y oceanográficas (fenómenos de El Niñoy La Niña), lo que permitió identificar las zonas sensibles para protección con el fin de garantizar la protección de especies migratorias, como por ejemplo el tiburón martillo y el albatros de Galápagos, cuyas poblaciones están en estado crítico, lo que evidencia que no se está alcanzando la meta de protección con la actual reserva.

«La propuesta se basa en una serie de insumos analíticos. Mediante el uso de un modelo de ordenación espacial, se sobrepusieron diferentes capas de objetos de conservación, entre ellas la distribución de especies amenazadas, las áreas de migración o forrajeo de especies clave, áreas de importancia para la productividad primaria, y hábitats clave como montes o cordilleras submarinas. Con este análisis se identificaron áreas de alto interés para la conservación», indica Más Galápagos.

También se realizó un ejercicio similar usando el valor de las capturas realizadas por las flotas atuneras y palangreras respectivamente, lo cual permite evaluar el nivel de inversión de diferentes escenarios de protección y priorizar zonas claves para uso de flotas pesqueras nacionales.

A esta información, se le sumó un análisis realizado por un equipo de oceanógrafos de la Universidad de Southampton sobre los movimientos de los Dispositivos Agregadores de Peces (DAPs), también conocidos como plantados, a diferentes distancias de la actual reserva marina, y con varias condiciones oceanográficas, indica Hearn.

Por último, se recogieron preocupaciones del sector pesquero artesanal de Galápagos y se incorporó información de iniciativas existentes de conservación a nivel regional.

Según Más Galápagos todo esto se traduciría en los siguientes beneficios:

Los pescadores artesanales hicieron aportes importantes para identificar las zonas claves de la pesca artesanal como evitar la pesca ilegal nacional.

También se ha analizado y mapeado donde se encuentra la zona pesca de sector industrial, que en el caso de la palangrera opera en cerca de 3 millones de kilómetros cuadrados y la industrial en 17 millones. Sin embargo, se reconoce su alta incidencia en el oeste y suroeste de Galápagos.

Más Galápagos en los próximos días presentarán formalmente el estudio al Gobierno Nacional. (I)