Fuente: El Comercio

Isabel Alarcón Redactora (I) ialarcon@elcomercio.com

Las reservas marinas no solo protegen la biodiversidad sino que también se ha demostrado que fomentan el aumento de las poblaciones de especies comerciales. Aunque estas áreas protegidas abarcan solo el 8% de los océanos del mundo, la evidencia demuestra que su existencia es necesaria para evitar la sobreexplotación de los recursos marinos.

Un estudio publicado en noviembre del 2020, en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, revela que si se extiende de una forma estratégica el área protegida en el océano en solo un 5%, las capturas pueden aumentar en al menos un 20%.

Para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron la ubicación de más de 1 330 poblaciones comercialmente importantes. Según los hallazgos expuestos, una red de reservas marinas diseñada para mejorar la productividad pesquera puede contribuir al crecimiento sustancial de las futuras ­capturas. Esto demuestra que hay un vínculo entre la con­servación y la provisión de alimentos.

La idea es que estas áreas protegidas se establezcan en sitios afectados por la sobrepesca, para que sus poblaciones poco a poco se recuperen. Al aplicar estas medidas, la producción podría aumentar entre 9 millones y 12 millones de toneladas métricas al año.

Eliécer Cruz, gerente para América Latina de Island Conservation y vocero de Más Galápagos, explica que esto se debe al fenómeno conocido como desbordamiento. Este se da cuando las poblaciones al interior de la reserva, gracias a las óptimas condiciones, crecen y salen del área protegida hacia zonas de pesca.

Luis Suárez, vicepresidente y director Ejecutivo de Conservación Internacional Ecuador, dice que estas reservas marinas son de gran importancia para el sector pesquero, porque es donde los peces van a alimentarse, reproducirse y refugiarse. Esto es evidente, señala, al ver la cantidad de buques pesqueros que esperan en los exteriores de las reservas para pescar.

Una investigación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) muestra algunos ejemplos del aporte de las reservas marinas al mejoramiento de las poblaciones de especies. Por ejemplo, tras 21 años de protección, el pez depredador Pagrus auratus fue seis veces más común dentro de la Reserva Marina Leigh, en Nueva Zelanda. La langosta real fue casi 1,6 veces más abundante y se evidenció un crecimiento de su caparazón.

Actualmente, la iniciativa Más Galápagos propone la creación de una nueva zona protegida de 445 951 km2 alrededor del mar de las islas.

Según este proyecto, el 94% de las capturas de la pesca nacional no resultará afectada y el otro 6% se recuperará con el efecto desborde. De ese modo, se podría tener una actividad pesquera más sostenible.

 https://www.elcomercio.com/tendencias/especies-recuperan-reservas-marinas-biodiversidad.html.